¿Se vino otra vez abajo el rendimiento de Defensa y Justicia? La pregunta flota en el ambiente de Varela en función de la estadística vinculada a las últimas tres fechas del torneo y el partido ante Boca por Copa Argentina: cuatro derrotas consecutivas para preocupar al más pintado. Y ni que hablar si se trata de un equipo que ya venía con problemas en los ciclos de los dos técnicos anteriores: los 10 partidos dirigidos por Darío Franco (de la fecha 1 a la 10) y los 5 bajo la conducción del Turu Flores (de la jornada 11 a la 15).
Ariel Holan tomó al Defe en la fecha 16, y en 11 partidos del certamen de primera división y en dos de Copa Argentina la cosecha marca: seis triunfos, seis derrotas y un empate. Estos números generales, claro está, no son malos comparativamente, ahora, tomando el pasado reciente, las derrotas en línea ante Sarmiento, Boca, Quilmes y Belgrano vuelven a plantear los interrogantes de siempre.
¿Que pasa con el equipo en estas últimas fechas? Algo parecido a lo que sucedió a lo largo del año: el déficit de penar a la hora de concretar acciones de gol. Defensa y Justicia ha marcado 25 goles en los 26 encuentros disputados. Bajo promedio de conversiones, con apenas siete equipos atrás, en ese rubro, de los 30 que disputan el torneo. Pero también hay un déficit en el manejo de los tiempos del partido. El Defe no ha logrado jugar con autoridad en estos últimos compromisos y, a pesar de mostrar una línea de acción asociada al control del balón y al progreso en el campo de juego a través de las cesiones combinadas, el rival controla acciones a partir del manejo del resultado.
En los 11 partidos que lleva Holan dirigiendo al Halcón en el certamen de Primera División, solo logró dar vuelta el resultado ante Chicago, con quien perdía 1 a 0 y al que logró vencer por 2-1. Con el resto, no pudo. En las derrotas ante Vélez y Sarmiento, en ambas perdía 2-0 y marcó un descuento que no sirvió de nada. Es evidente que, desde la experiencia, al equipo varelense le cuesta marcar los tiempos y tomar las riendas de los partidos. Y aunque esto se trabaje en la semana, no se vislumbran valores en el equipo que hagan las veces de caudillos, con la voz cantante para reencausar el rendimiento dentro de la cancha.
Lo cierto es que Defensa todavía tiene la ilusión aritmética de meterse en la liguilla por Copa Sudamericana, porque aunque haya varios equipos en el medio, está a tres puntos de la zona de clasificación quedándole 12 por disputar. Una rachita de tres partidos ganados lo puede catapultar, tranquilamente, hacia la clasificación. Al Defe le quedan tres partidos como local y uno de visitante. En casa jugará ante River, Unión y Godoy Cruz, y solo visitará a Arsenal.
En cuanto a los promedios, el Halcón es casi un hecho que continuará en la máxima categoría. Ya descendido Crucero del Norte, con un solo punto de los 12 que debe disputar, el Defe estaría salvado (llegaría a 0,980), aun considerando que Chicago gane los 9 puntos que le quedan (llegaría a 0,967).
Para resumir: quedan cuatro jornadas importantísimas para el equipo de Holan, donde el ingreso a la liguilla Presudamericana sería un valioso premio para un equipo que logró mantenerse en Primera y, de yapa, pelearía por el ingreso a una Copa. Pero claro, todo depende de esa puntería que hay que volver a calibrar, como el DT lo hizo apenas llegó al club. La esperanza está intacta.
infosurdiario.com.ar
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