domingo, 19 de julio de 2015

Defensa volvió a la victoria tras 12 fechas. Le ganó 2 a 1 a Chicago y logró aire en la lucha por la permanencia


Saveljich_gol a chicago

















Hacía rato que de mi garganta no emanaba semejante grito para narrar un gol como el convertido erráticamente por Esteban Saveljich. Fue el último de los goles que Defensa y Justicia le propició en Varela a Nueva Chicago en el triunfo por 2 a 1, por la fecha 17.  Es que ese gol tuvo múltiples festejos: terminó con la maldita racha de 12 partidos sin victorias, significó dar vuelta el resultado (Chicago se puso en ventaja en el primer tiempo), fue un triunfo clave en la lucha por la permanencia, empujó a Chicago un poco más al abismo, levantó el ánimo de todo el plantel, puso una sonrisa a todos los hinchas del Halcón y terminó justificando al central el otorgamiento de la capitanía (más allá del gol, discutió todo fallo que consideró adverso y se puso al hombro su liderazgo).  El momento en que narré ese gol en la tarde del sábado fue el mayor, después de aquél de Brian Fernández en San Juan el 14 de mayo de 2014 ¡vaya si no fue importante!


Defensa, como ante Huracán, fue superior en todo el desarrollo del partido, pero penó en la definición. No pasaron 3 minutos de juego y la tarde comenzó a temblar: mano de Damián Martínez y penal para Chicago. Remata Pablo Ruíz y el travesaño del arco de los milagros le dijo no al pobre delantero que penó ese yerro tanto como habrá penado en su adolescencia ser el homónimo del cantante que popularizó “Oh, mamá, ella me ha besado” y “Mi chica ideal” en los ’80. De ahí en adelante, el equipo de Ariel Holan fue en busca del triunfo y empezó a acorralar al endeble equipo de Mataderos. Fue por derecha, por izquierda, por el centro, con tiros de esquina y remates francos al arco. Pero nada: o mala puntería, o buenas intervenciones del arquero visitante o un Julio Rodríguez que tiene un no se qué especial para errar goles en el área grande o chica rival o para directamente esquivar la pelota (ya se le va a dar, es imperioso).

 Y ese álgido ímpetu de ganar el partido y esa floja definición en el área rival tuvo su castigo: al minuto 40 de la primera etapa un centro desde la derecha de Chicago que ninguna camiseta amarilla pudo sacar terminó en el arco de Arias. Y allí se transformó el cielo de Varela. Un frío tenebroso abrazó a todos los presentes en el Tomaghello, incluyendo a los jugadores y al cuerpo técnico. Mi sensación: si no se salía adelante con éste partido de local ante el peor del torneo, el futuro tenía rostro de “B” Nacional, aún faltando lo suficiente tiempo para revertirlo. Pero el Halcón miró hacia su adentro ¡y salió!

En el complemento, Holan mandó a la cancha a Fabio Alvarez y luego a Walter Busse, completando un total de 4 números 10 en el mediocampo con la intención de llegar y llegar al arco de Chicago (me explicó ésto atildadamente Gustavo Moyano). De esa manera llegó el empate de la mano de Ignacio Ribero, quien con exquisita definición, tras un pase de Ciro, dejó sin nada al arquero Sánchez. De allí en más, Chicago desesperó en pos de aguantar el punto que, para ellos, era de oro. Defensa empujó, dejó todo. El partido se empantaba y se volvía un deja vú de un viejo duelo de la Primera “B” Metro en los ’90. Pero el Halcón sabía que la tarde del sábado no sería completa sin un triunfo y allá fue, con alma más que con jerarquía. Y en un centro enviado por el Cholito Benítez desde la izquierda llegó a dónde estaba Estebaj Salveljich (el “Polaco” para nosotros, pero que algún antepasado yugoslavo le permitió nacionalizarse en la República de Montenegro y jugar en la selección de allí) y quizo pegarle con su pie, pero el balón se disparó entre su pecho y su rostro y desde allí se eyectó hacia el fondo de la red ¡Qué importa la torpeza de la definición! Había que ganar cómo sea,  y así fue. Defensa mostró sus garras de halcón, la que le guta a la gente, esa misma gente que por un momento contuvo la respiración ante el gol de Chicago, el menos pensado.

Ahora llega una semana de sonrisas, aunque no de rélax. El domingo a visitar a Lanús, y luego River y… Bueno, mejor dejar atrás ansiedades y saber que todo lo que vendrá será un camino espinoso. Y acaso siempre fue así en el mundo Defensa, con la excepción de aquél fantástico oasis llamado “era Cocca” ¡Salud!

radiogba.com.ar

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