viernes, 10 de abril de 2015

Joven desfigurada tras una agresión de patovicas


Joven desfigurada tras una agresión de patovicas

La chica recibió seis puntos de sutura en la cabeza y otros ocho en la ceja derecha, donde sufrió los impactos de los cascotazos que le desfiguraron el rostro. Su familia hizo la denuncia.
Joven desfigurada tras una agresión de patovicas

Una joven, de 19 años, denunció que fue víctima de una agresión, perpetrada por personal de seguridad privada de un boliche bailable de la localidad de Florencio Varela, quienes le arrojaron piedrazos que le provocaron heridas en el rostro.

Además, sostuvo que, al sufrir un desmayo por la situación y quedar tirada en el piso con la cara ensangrentado, como toda asistencia fue subida a la caja de una camioneta para abandonarla en la guardia del hospital El Cruce-Néstor Kirchner.
El hecho se registró, el fin de semana pasado, en un local de la ruta 36 y avenida Senzabello de Florencio Varela y la familia de la víctima adelantó que iniciará acciones legales contra los patovicas. La chica recibió seis puntos de sutura en la cabeza y otros ocho en la ceja derecha, donde recibió los impactos de los cascotazos que le desfiguraron el rostro. Viviana Lombardo, la madre de la joven, manifestó su indignación por lo que vivió su hija y sostuvo que todavía no recibieron respuestas por parte de los encargados del boliche bailable.

"Nosotros pusimos un abogado, porque queremos tener acceso a las cámaras de seguridad de la ruta 36, de la guardia del hospital de El Cruce donde la abandonaron antes de borrarse y también de la fábrica que está cerca del lugar donde ella cayó desmayada", enfatizó. Según la versión de la chica, esa noche había ingresado al bailable junto a dos amigos y a los pocos minutos, observó que un patovica sacaba a uno de sus acompañantes a la calle.

 "La mujer de seguridad me sacó a mí también. No habíamos hecho nada", explicó, agregando que "vimos como lo molían a palos a mi amigo e intentamos que lo dejaran de golpear". "Uno de los chicos le pegó a uno de los patovicas y ahí lo dejaron, porque salieron a correrlo a él en dirección a Senzabello. En medio de esas corridas, yo escuché que gritaban tírenles piedras. A partir de ahí fue que miré para atrás y recibí una piedra en mi cabeza. Comencé a correrme de ese lugar tapándome la sangre que me salía, y en eso recibí otro cascote cerca del ojo. Hice unos pasos más y caí desmayada", concluyó.

Diario Popular

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