sábado, 4 de abril de 2015

CORSO CUESTIONADO = UNA FIESTA PARA TODOS, O.... VENTAJAS PARA ALGUNOS PICAROS

(Nota publicada en el periódico “El Progreso” – Edición de abril 2015)
















En las redes sociales, en los comercios, en las calles varelenses el tema del mes fueron los Carnavales Varelenses, algunos los ponderaban como una «gran fiesta popular, con brillo y alegría»; otros los denostaban por los exagerados y descontrolados gastos producidos en perjuicio a la debilitada economía municipal.

En cierta forma quienes critican el derroche provocado para realizar los corsos durante cuatro noches, fundamentan sus argumentos en el despliegue descontrolado de gastos innecesarios.

Paradójicamente las comparsas, quienes son las atracciones principales de todas las noches carnestolendas son las que cuentan con los menores aportes y subsidios oficiales para mantenerse; debiendo ellas mismas gestionarse gran parte de los recursos para el vestuario, la movilidad, los instrumentos, las carrozas, etc. etc. 

Ahora cuando se trata de pretender «jerarquizar» los shows con figuras ajenas al espectáculo varelense, no se miden los gastos y se generan envidiables pagos a figuras como es el caso de la locutora Marcela Baños, quién entre el cachet, traslados en remis, catering, y extras se lleva una suculenta suma de dinero. 

Además esta contratación es un desprecio hacia la calidad de profesionales locales, algunos empleados municipales de muy buena calidad, más aquellos vocacionales que son conocidos por sus actividades en radios y espectáculos varelenses… ¿Es necesario traer a una locutora de «medio pelo» a un costo tan elevado? Es lo que se preguntan algunos vecinos varelenses.

Otro de los casos comentados y con algunas críticas risueñas fue la contratación de las hermanas Xipolitakis; no faltó el mal pensado que argumentó que algún «picaro»  las trajo a Florencio Varela para estar con ellas  a costas del dinero de los contribuyentes.

¿Qué le sumó al espectáculo la presencia de estas chicas???, nadie sabe responder esta pregunta, pasaron «sin pena  ni gloria» arriba de una carroza, se sacaron algunas fotos con «cholulos funcionarios» y se fueron….. «bien acompañadas» ¿Adonde, con quienes….. hummm? Algún día se sabrá!!!

A estos gastos de contratación se deben sumar otras erogaciones que vienen por añadidura, como: traslados, servicios de catering, seguros, etc. etc. Y además el pasamano de los cachet, ya que por lo general en estos casos las contrataciones son por subcontratos y se termina pagando la presencia de la ¿artista?, dos o tres veces más de su valor nominal.

Como es habitual de esta realidad, o sea de cuanto cobraron las «mascaritas» (MAS CARITAS, ¿se  entiende?) recién se sabrá a mediado de año o más allá cuando se blanqueen los contratos al elevarlos al Concejo Deliberante para su aprobación, cosa que será «un hecho» sin tratamiento alguno y de «aprobación automática» 

El semanario LA COLMENA trató de saber cuánto fue realmente el gasto de dinero  que hubo por los carnavales en diversas fuentes. Así, trató de comunicarse con la responsable de Cultura comunal, Giselle Ruggieri, para que aportara algunos datos esclarecedores. No fue posible. Se le dejó el respectivo mensaje telefónico pertinente, pero la funcionaria nunca lo contestó. Quizás haya estado «ocupada» en «repartir las 400 horas extras de las que dispone» para el personal a su cargo….  A lo mejor estaba en el bingo «divirtiéndose…

En otras áreas, como si fuese una encuesta electoral o social, todos estuvieron en el rubro «indecisos». O sea, No Sabe, No Contesta…

En diversos ámbitos de la sociedad varelense ya se cuestionan los gastos presupuestados y ¿realmente gastados?, en la realización de los carnavales varelenses 2015. Se habla de una  «inversión» millonaria para su realización.

Por su parte sectores políticos de la oposición también salieron al cruce de los gastos de estas fiestas en un municipio en donde faltan muchas obras por realizar y otras más por finalizar, argumentándose  la falta de presupuesto. 

Entre las versiones más medidas se habla de un gasto aproximado a los $ 6.000.000, otros se la juegan por cifras superiores a los 7 millones y hasta 9 millones de pesos
 
Entre las erogaciones superfluas también están las horas extras al personal municipal, la contratación del audio, las luces, el escenario, el servicio de seguridad (privada y municipal) e infinidad de gastos que no se contemplan a simple vista, que van sumando y desborda cualquier presupuesto original.

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