Esta nota surge como consecuencia de la entrevista efectuada al Sr. Antonio Di Paolo, residente en la calle 554 "A" Manzana 7, Casa 28 del complejo de viviendas nacionales, del Barrio San Jorge, quién no ha podido contener las lágrimas cuando habla de sus dos hijos, una nena con autismo leve y un varón con retraso madurativo y lo que le ha costado encontrar, lugares de tratamiento, uno en Lomas de Zamora y otro en Berazategui, ambos centros de atención dependientes de los Municipios mencionados, aunque grande fué su sorpresa y dolor cuando le dijeron que sus hijos no podían ser atendidos en dichos centros especializados, por no tener residencia en la zona.
Para conseguir la vivienda que hoy ocupa, tuvo que recurrir a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, con sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ante la falta de respuesta del Municipio de Florencio Varela, lo mismo sucedió con el tratamiento de sus hijos, consiguiéndo de la misma forma inscribirse en el Monotributo Social, a fin de que la Obra Social OSECAC, le brinde la atención especializada que sus niños requieren, para lograrlo también tuvo que intervenir un letrado de la ASPDH, sino su espera era de seis meses.
Otras cuestiones que lo quiebran ya entran en el entorno familiar, cuestión que aqui no se mencionará, aunque estimo pasa por no comprenderse el problema de la enfermedad que afecta a estos niños y quizá a muchos otros de nuestro distrito que no conocemos, teniéndo en cuenta que puede abarcar a niños, jóvenes y adultos, en función de que crecen con la enfermedad, desconociéndose la evolución final de la misma.
El Sr. Di Paolo, no tiene trabajo, afronta con changas y como puede el Monotributo social que le permite lograr la atención de sus hijos, por parte de la Obra Social ya mencionada, dado que como el expresa, los tratamientos particulares son muy caros, inaccesibles para personas con un plan, con una pensión minima o que no tienen trabajo en blanco, en función de que ellos implican un equipo multidisciplinario de profesionales como psicológos, psiquiatras, fonoaudiológos y especialistas en psicomotricidad, entre otros, a lo que se agrega el costo de medicación específica que también es bastante cara.
En éste caso, Di Paolo, expresa que sus hijos son atendidos en el Hospital Tobar García, ubicado al lado del Hospital Borda, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que el traslado hasta el lugar, se lo efectúa el Municipio de Florencio Varela, por intermedio de Desarrollo Social, pidiendo previamente turnos con el psiquiatra del Hospital Mi Pueblo quién evalúa el caso, extendiéndo la orden con los turnos de traslado, agregándo que aqui el problema que encuentra es que muchas veces el vehículo que debe transportarlo llega una hora más tarde de lo previsto.
De acuerdo a lo explicado por Di Paolo y a la ONGs. Autismo. org., el autismo infantil es un trastorno de nacimiento, que suele reconocerse o manifestarse a partir de los 18 meses de edad. Uno de los primeros síntomas de esta afección es que el niño pierde la capacidad del habla, no atiende a estímulos sonoros y parece que padece de sordera.
Es habitual entre los síntomas del autismo infantil que un niño con autismo no muestre ningún interés por las relaciones sociales pero en cambio sí que tenga un exagerado interés por los objetos de su propiedad. Los síntomas del autismo infantil son muy parecidos a la esquizofrenia infantil y su tratamiento, en cambio es muy diferente de un caso a otro.
Se realiza una terapia ocupacional, donde el especialista lo estimule y el niño autista se acostumbre a convivir en un grupo social.
El niño con autismo infantil se caracteriza por la adquisición de conductas repetitivas, o la propia dificultad para enfrentarse a cambios en su rutina diaria, por lo que será importante que el niño esté rodeado de un ambiente estable, donde pueda desarrollar equilibradamente actividades para niños autistas tanto individualmente como en grupo.
Sobre el Autismo, en Florencio Varela se desconocen estadísticas al respecto y por tanto no se forman equipos especializados ni a nivel Municipal, ni a nivel del Hospital Mi Pueblo o del Cruce de Florencio Varela, para atender estos casos, en función a la poca importancia y falta de relevancia que los Directores médicos que podrían implementar un servicio de estás características, le dan al problema del Autismo, ni hablar del poder político local, que ni siquiera lo tiene en la agenda de gobierno y así el Sr. Di Paolo, como tantos otros siguen su búsqueda interminable de tratamientos para una mejor calidad de vida, no solo de sus hijos, sino también de ellos mismos, que conllevan una pesada carga en sus espaldas, a la que se agrega muchas veces, la separación de la familia y la falta de apoyo familiar.
Cabe agregar de que los niños afectados desarrollan otros sentidos, como el auditivo que a veces les permite "escuchar" sonidos imperceptibles para otras personas, afectándolos gravemente, por ejemplo las explosiones de cohetes, petardos o sonidos muy estridentes, por lo cuál no es recomendable utilizarlos cerca de ellos.
La fotografía al pié y el contenido de esta nota fué autorizada por el entrevistado, quién no busca dar lástima, solo quiere difundir y generar conciencia sobre el Autismo en la sociedad toda y en especial en los políticos que deciden muchas veces de un plumazo, las políticas que rigen en una sociedad dada, quizá en Florencio Varela, esta nota sirva para comenzar a prestar atención al tema y un plumazo sirva para formar un equipo médico que atienda estos casos, pensando que no genera costos significativos para el erario público, en vista que los recursos humanos y materiales, están disponibles. Sólo habrá que ponerse en lugar del otro, pensar y tomar la decisión correcta ¿no le parece?.
Jorge Antonio De Gioia
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