viernes, 5 de diciembre de 2014

Cada gol nos cuesta 1.852.000 pesos

Es el resultado de dividir el presupuesto anual del programa por la cantidad de goles de primera durante este año.

Cada vez que escuches "¡Goooooollllllllll!", agarrate los bolsillos. Cada vez que escuches esa explosión popular en la calle, en la tele o en un bar, recordá este número: cada gol nos cuesta 1.852.000 pesos. No importa si es un golazo olímpico de Mancuello o un cabezazo de un delantero de Defensa y Justicia, esos 216.000 dólares (al dólar oficial) surgen de dividir los 1.667 millones del programa Fútbol para Todos, por la cantidad de goles de Primera que se convertirán a lo largo de 2014.



Desde 2009, cuando la Presidenta anunció que la televisión pública transmitiría el fútbol porque a ella no le gustaba que "se secuestren" los goles, la promesa era otra. En ese discurso, con Julio Grondona ubicado a su izquierda, Cristina Kirchner fue clara: "el fútbol no necesita ser subsidiado solo necesita participar de las ganancias que él mismo genera.  El 50 por ciento de las ganancias va a ser destinado a la AFA y el otro resto a promocionar el deporte olímpico. El Estado no quiere ganancias sino que pretendemos ayudar a los clubes que generan ganancias, pero que estan fundidos"

Pese a los buenos deseos presidenciales, desde que llegó el subsidio oficial,  los clubes duplicaron sus deudas. Los grandes son los que mayor parte de las deudas acumulan. Entre River e Independiente, los más comprometidos, rozan los mil millones de pesos de pasivo.

Con los $ 220 millones que acaban de anunciar que adelantarán a la AFA mediante la Decisión Administrativa 1070/14, firmada por Jorge Capitanich y el ministro de Economía, Axel Kiciloff, el programa Fútbol para Todos llega a 1.667,3 millones, y sería esperable que no necesite partidas adicionales justo cuando está terminando el campeonato. Al revés de lo pronosticado por Cristina, el Estado terminó subsidiando los goles y la promoción del deporte olímpico quedó para otra oportunidad. En realidad, en diciembre de 2009, el deporte olímpico también obtuvo su subsidio por ley, cuando se aprobó un impuesto del el 1%  sobre los abonos de la telefonía celular. La mayor parte de esos 1.667 millones se lo lleva el Fútbol de Primera, aunque un porcentaje va a la B Nacional.

Por eso sería injusto cargar contra ellos, pero conviene tenerlo como un ejercicio de responsabilidad ciudadana: cada vez que El Picante Pereyra o Pisculichi meten un gol, se consumen 1.852.000 pesos del Estado. El gasto también debería hacer reflexionar al próximo gobierno. Un paso, y sólo un paso, sería dejar de pasar propaganda oficial durante los entretiempos del deporte más popular de la Argentina. El segundo, pensar cómo evitar que se evaporen casi dos millones de pesos cada vez que la pelota besa la red.

clarin.com

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