Para argumentar esta nota debemos remitirnos al mal momento pasado por una vecina varelense, pero con final feliz, gracias a que «todavía queda buena gente».
En el pasado mes Vanina Gisell Duré se trasladaba desde su domicilio al centro de nuestra ciudad en un colectivo de la línea 500 con su bebe en brazos. Además portaba un bolso y una pequeña mochila; al descender del medio de transporte percibe que había dejado en el piso del ómnibus, junto al asiento la mochila.
En ese momento se sintió desesperada ya que en la misma, además de unos juguetes del bebe, trasladaba: documentación particular, comprobantes de tarjetas de créditos y en un pequeño bolsillo, la suma de $ 580.- que tenían como destino el pago de algunas cuentas.-
Ya dando por perdido todo, volvió a su domicilio con gran angustia, pero grande fue la sorpresa cuando al día siguiente la llamaron de la administración de la Línea 500 para preguntarle si ella había extraviado una mochila.
Un empleado administrativo de nombre José recibió del chofer (ambos prefirieron mantenerse en el anonimato) la mochila perdida, entre la documentación hallaron el número de teléfono y se contactaron con ella.
Al día siguiente la joven se hizo presente en la administración de la línea 500 y el empleado José le restituyó la mochila con los juguetes del bebe, la documentación particular, los comprobantes de las tarjetas, inclusive los $ 580.-
Hoy Vanina no deja de contar plena de felicidad esta anécdota y agradecer que todavía «todavía queda buena gente».-
Periódico ELPROGRESO
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