lunes, 13 de octubre de 2014

Pese a la furia vecinal, está al caer otro tarifazo de Absa


Pese a la furia vecinal, está  al caer otro tarifazo de Absa

Por Jorge Joury

Veneno en el agua. Casos de cáncer por arsénico. Materia fecal en las puertas y patios de las viviendas. Liquido marrón que sale por las canillas. Y un enjambre de denuncias de diverso tenor, salieron a relucir en la audiencia pública para debatir las futuras tarifas de ABSA. Pero lamentablemente, las deficiencias apuntadas en un servicio tan elemental, no servirán para detener un nuevo y seguro tarifazo.

La audiencia pública de las últimas horas que se realizó en La Plata, con la asistencia de más de 200 personas de diferentes puntos del territorio bonaerense, entre ellos de Florencio Varela, carece de poder para desarticular una medida tarifaria. Sólo sirve para juntar antecedentes, algunos de ellos tan nefastos, como los mencionados en el arranque de la nota.
El espíritu del cónclave apuntó a permitir la expresión y participación de los usuarios, además de juntar pruebas para futuros planteos. Presidida por el Defensor del Pueblo, Alberto Bonicatto, las conclusiones quedarán plasmadas en el expediente. Y ahora, seguramente el próximo paso será que el Ejecutivo disponga el porcentaje de incremento. Las fuentes consultadas señalaron que “no hay otra manera de frenar el déficit operativo de la empresa, que virtualmente se está quedando sin insumos para hacer frente a un servicio tan necesario como el agua”.
Lo cierto es, que durante más de diez horas de debate, que por momentos alcanzaron ribetes de altísimo voltaje, usuarios, representantes de ONGS y legisladores de toda la Provincia se volvieron a encontrar en una nueva audiencia pública convocada para debatir el aumento tarifario de entre el 46% y el 145% propuesto por ABSA. La sede del Colegio de Abogados de La Plata fue el escenario elegido y las conclusiones generales confluyeron en un fuerte rechazo al ajuste, además de durísimas críticas hacia la calidad del servicio.
NO VINCULANTE
Como señaláramos anteriormente, pese al rechazo mayoritario que se observó durante la audiencia, la suba ahora será una decisión que deberá evaluar el Poder Ejecutivo, ante el caracter no vinculante de la audiencia. El cónclave reunió a vecinos particulares y legisladores, a la empresa prestataria del servicio y al Organismo de Control del Agua (Ocaba). Fue una reedición de la audiencia realizada el 19 de agosto pasado en el Teatro Municipal de la localidad bonaerense de San Cayetano, ubicada a unos 400 kilómetros de La Plata. Esta vez, en el Colegio de Abogados de La Plata, el lugar facilitó la llegada de representaciones del interior y con mayor número de usuarios. Hubo oradores de Florencio Varela, Moreno, Bahía Blanca, 9 de Julio, Coronel Rosales, Bragado, Merlo, San Miguel y Punta Alta, entre otros.
Todos pusieron el grito en el cielo por el déficit del servicio que se pretende aumentar y se opusieron a un ajuste que consideran “injusto y abusivo”. Para ilustrar el drama que se vive en muchos puntos de la Provincia, los vecinos llevaron fotos, cuadros ilustrativos para proyectar y hasta videos. Así testimoniaron casos como la falta de presión, los desbordes cloacales, las pérdidas de agua, el vuelco sin tratamiento de líquidos cloacales y la presencia de altos niveles de arsénico y nitratos en sus distritos.
UN CASO DRAMATICO
Uno de los puntos más tensos del debate, se dio cuando una vecina de Carlos Casares le entregó al Defensor del Pueblo una botella con agua marrón. Y le expresó: “esto es lo que sale de nuestra red”, Y preguntó a renglón seguido: “¿dígame si esto es potable y no daña la salud?”, lo cual desató el aplauso general. No faltaron además los cuestionamientos a los controles que realiza el Ocaba y la administración de los recursos por parte de la gerencia de la empresa. Se puso de relieve lo que consideraron un aumento “por doble vía”, ya que se realizan subas del servicio por metro cúbico, pero también cuando se hacen revalúos inmobiliarios. ABSA presentó ante la Subsecretaría de Servicios Públicos una solicitud de realizar un aumento tarifario de 46% para quienes tengan servicio no medido y hasta 145% para los usuarios que posean medidor. En mayo de este año ya se había producido un aumento, pero por revalúo fiscal, el anterior de ABSA había sido en 2012.
LO QUE DIJO ABSA
El argumento esgrimido por la empresa prestataria del servicio de agua y cloacas en 91 distritos de la Provincia es que necesitan 400 millones más para poder funcionar realizando el mantenimiento necesario en las redes que administra. Pero los asistentes se opusieron a la medida, criticando, fundamentalmente, la mala prestación, en un abanico de deficiencias que afectan a las distintas zonas de la Provincia.
Algunas de los problemas más recurrentes que se marcaron desde el lado de los usuarios, fueron la rotura de cloacas, la falta de presión y las demoras en reparar las pérdidas de agua. También se repartieron volantes con la frase: “Agua que no podemos beber, hagámoslo saber”.
Otro de los casos dramáticos que salieron a relucir fue el de una vecina del barrio La Cumbre, en la periferia de La Plata, que señaló a tambor batiente que en agosto estuvo 25 días con el agua servida en el patio de su casa. “Pago 250 pesos por mes, vivo sola y no puedo estar en el patio de mi casa porque hay materia fecal”, lanzó mirando fijo a los directivos de ABSA. La directora de Servicios Públicos de la Municipalidad, Alicia Tórtora, también se pronunció en contra del ajuste, haciendo hincapié en distintas problemáticas con el servicio que afectan a la Ciudad.
“PAGAR VENENO”
El enojo más estridente fue de los vecinos que llegaron desde 9 de Julio, Carlos Casares y Pehuajó. Se quejaron principalmente por la alta presencia de arsénico en el agua, manifestando que “nos están pidiendo que paguemos el veneno”. El caso de Analía Carusso, de Nueve de Julio, conmovió a todos los presentes. La mujer contó que enfermó de cáncer de piel y acre, a causa de haber consumido agua con arsénico durante años. “Fui diagnosticada hace diez años, después me explicaron que yo sufría la contaminación por arsénico y recién en 2011 ABSA lo confirmó”, narró y gritó a la gerencia: “Me siento desprotegida, decepcionada, no quiero ni una gota más de veneno en el agua de 9 de Julio, no para mí sino para mis hijos y todos los jóvenes de mi ciudad”.
A su turno, concejales y delegados de Bahía Blanca también expusieron los problemas que afronta el distrito. Fundamentalmente, las pérdidas de agua, la baja presión y la falta de tratamiento de efluentes cloacales. En Punta Alta, la queja fue por el colapso de desborde cloacal. “Los chicos llegan con las zapatillas sucias porque los deshechos están en las veredas, las rejillas se desbordan en los patios cuando la gente va al baño. Y ABSA lo soluciona poniendo un bombeador en las tapas de boca de tormenta y lo llevan directamente al desagüe pluvial. ¿Eso no es un delito?”, se preguntó el concejal de Unión Celeste y Blanco Claudio Orioli.
FURIA VECINAL
El vecino de Merlo Francisco Migliaresi se quejó: “Una persona sola paga 300 pesos de agua ¿estamos locos? ¿Con qué criterio ustedes aumentan tanta plata y brindan tan mal servicio? Si ustedes no saben hacer su trabajo tendrían que dejar venir a empresas coherentes que hagan el trabajo como corresponde”. En consonancia, muchos otros usuarios manifestaron que si la empresa no puede prestar el servicio debería “dar un paso al costado”. Al mostrar un video de pérdidas de agua en distintas calles de su ciudad, el concejal de Coronel Rosales Pablo Pujol (UNEN) le preguntó al público presente: “En estas condiciones, si a ustedes les hicieran un aumento, ¿lo pagarían?”.
Ante este panorama, el Defensor del Pueblo, el doctor Carlos Bonicatto advirtió que presentará ante las autoridades un acta con todas las quejas expresadas por los usuarios, que quedarán en el cuerpo de un expediente. Pero lo que se cree es que lo de Bonicatto será una suerte de aval implícito a las pretensiones de la empresa. De aquí en más, parece como imparable la llegada de otro aumento en el servicio. Al ser no vinculante, la audiencia pública no tiene poder de desarticular una medida tarifaria. Lamentablemente, las pruebas recopiladas sobre una prestación deficiente, parecen no servir para detener otro golpe al bolsillo de la gente. La vía judicial y las apelaciones, tal vez sirvan para ganar un poco tiempo. Pero inexorablemente, todo terminará en el muro de los lamentos.

Jorge Joury 
agenhoy.com.ar

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