lunes, 6 de octubre de 2014

LA VERDADERA HISTORIA DE LA IMAGEN DE MAILIN


(Nota de tapa del periódico “El Progreso” – octubre 2014)

El pasado mes de setiembre se cumplieron 18 años de la llegada de la réplica de la cruz del Señor de los Milagros de Mailín a Florencio Varela.

Esto se logra por la inquietud de un grupo de vecinos, devotos y fieles que se propusieron entronizar en la modesta capilla que se levantaba en la calle Berutti entre Carlos Casares y Carlos Tejedor de una réplica original del Señor de Mailín.

La historia nos remite a, como un negocio político puede atropellar una promesa de fe.

Por hoy se promociona la llegada de la imagen a la capilla de Nuestro Señor de los Milagros de Mailín por parte del municipio, pero en realidad se trató del esfuerzo de dos jóvenes del barrio de Santo Tomás acompañados por algunos vecinos con deseos de participar de la promesa.


LOS INICIOS DE MAILIN EN FLORENCIO VARELA

Por el año 1985, un grupo de devotos del Señor de los Milagros de Mailín se reunieron para formar un centro de oración en la casa de Juan Orellana sobre la calle Magdalena, en el barrio de Santo Tomás.

El centro de oración empezó a funcionar en el garage de la casa de Don Juan sin reconocimiento alguno por parte de la diócesis de Quilmes y casi como un emprendimiento familiar.

A comienzos de los 90 se adquirieron los terrenos donde hoy se encuentra la Capilla sobre la calle Berutti entre Carlos Casares y Carlos Tejedor, en nuestra ciudad.

En un principio las reuniones eran al aire libre, luego se reunían en una casillita que oficiaba de templo, donde se realizaban algunas celebraciones religiosas.

Como la comunidad comenzó a crecer, surgió la inquietud de traer a Florencio Varela la réplica de la cruz del Señor de Mailín, fue así que un grupo de vecinos de Santo Tomás se tomaron el compromiso de conseguir un «réplica original».

Como promesa de fe y devoción trabajaron sin parar hasta lograr su cometido; ignorando que el final no sería el deseado y hasta el día de hoy se utiliza aquel esfuerzo de una forma meramente comercial y política.

EL ESFUERZO POR LOGRAR LA REPLICA

En el año 1996, Héctor Daniel Maldonado y Luis Ignacio Ruíz Díaz se contactaron con el padre Simón, por ese tiempo párroco del Santuario de Mailín en Santiago del Estero, quien le permitió   adquirir una réplica de la imagen y los orientó de quién era la persona para la realización de la santa pieza, la misma fue confeccionada por el único artista autorizado Carlos Alberto Jiménez, afincado en la ciudad de Córdoba.

A mediados del año 1996 estos jóvenes varelenses conjuntamente con otros vecinos del barrio de Santo Tomás comienzan a realizar una campaña con bonos y rifas para juntar la cifra de $ 1.600.- que era el costo convenido con el artista por la confección de la réplica.

La tarea no fue fácil, por ese entonces $ 1.600 eran u$s 1.600;  pero con mucho esfuerzo Héctor y Luis consiguieron completar el importe, sin ningún aporte municipal, ni de la diócesis, ni el obispado; nada de nada, todo a pulmón y gracias a la buena voluntad de algunos vecinos del barrio.

A mediados de agosto de 1996, Héctor Maldonado lleva a la ciudad de Córdoba la cantidad de $ 800.- para que el artista Jiménez comenzara a realizar la réplica.

Con fecha 11 de setiembre vuelve a viajar a la «docta» con el importe restante ($ 800.-) para retirar la «réplica original»;  la cual le es entregada por el artista, adjuntándole un recibo por el importe total de la operación y sirviendo el mismo de «certificado», donde consta que dicha réplica es la Nº 6 y autorizada por el Santuario de Mailín en Santiago del Estero

LA POLITICA COMO EL DIABLO METIÓ LA COLA

El 12 de setiembre de 1996, Héctor Maldonado se hace de la imagen y la lleva al santuario de Mailín en Santiago del Estero para que sea debidamente bendecida.

Para ese importante acto Héctor  consideró oportuno convocar a algunos vecinos del barrio para que lo acompañaran; pero grande fue la sorpresa cuando arribó al santuario un ómnibus rentado por la Municipalidad de Florencio Varela trasladando a extraños personajes ajenos a la campaña de conseguir la réplica del Señor de los Milagros de Mailín.

Una vez bendecida la pieza y con la voluntad de Héctor de traer esa preciada réplica a Florencio Varela, le es literalmente quitada de sus manos por quienes habían viajado desde nuestra ciudad con una manifiesta intencionalidad política de asirse de la misma como un trofeo de guerra, sin haber tenido participación alguna en la gestión de la misma.

Así fue que entre los días 13 y 14 de setiembre, el grupo ideológicamente identificado que había viajado a Santiago del Estero llega a Florencio Varela con la réplica, acompañado por un despliegue promocional y publicitario municipal, adueñándose de la autoría.

Pero como es sabido que el Señor de los Milagros de Mailín «no perdona las malas acciones de los humanos», ese grupo no pudo completar su cometido de pasear la réplica por las calles varelenses ya que por días las condiciones meteorológicas adversa se lo impidió, debiendo conformarse, tan solo con depositar la  imagen en la capilla de la calle Berutti.

EL SEÑOR DE MAILIN RECOMPENSO A LOS GESTORES DE LA REPLICA

Como recompensa al esfuerzo el domingo 22 de setiembre, en una esplendorosa mañana primaveral, Héctor y Luis se hacen presentes en la capilla de Mailín acompañados por los verdaderos colaboradores de la campaña y retiran la réplica con la intención de realizar una peregrinación por los barrios varelenses que se inició en el Cruce Varela y finalizó con una misa en la capilla de la calle Berutti.

Al paso de la procesión muchos varelenses  se fueron sumando y así fue que una multitud acompañó a estos jóvenes de Santo Tomás que con otros vecinos fueron los verdaderos hacedores de contar en el barrio con una «réplica original» del Señor de los Milagros de Mailín.

Una vez más quedó demostrado que un negocio político puede atropellar una promesa de fe; muchos de aquellos vecinos hoy son ignorados y nadie los reconoce como los precursores de haber conseguido la réplica, lo mismo sucede con quienes fueron los impulsores de esa gesta: Héctor Daniel Maldonado y Luis Ignacio Ruíz Díaz.-

Lo demás es historia reciente: la capilla, los festejos, la plaza y todo lo que conlleva a conmemorar una fecha tan cara para los creyentes cristianos para terminar confundiéndose con un vulgar emprendimiento comercial.-

HISTORIA DE LA CRUZ DE MAILIN

La devoción del Señor de los Milagros de Mailín es la más importante de Santiago del Estero y del norte argentino; el mismo se lleva a cabo en la pequeña Villa de Mailín, ubicada a 152 Km. al sudoeste de la capital santiagueña.

¿CÓMO LLEGÓ LA CRUZ AL HUECO DEL ARBOL?

Si bien se han generado numerosas leyendas al respecto, seguramente la explicación es la siguiente: los jesuitas misionaban por la zo

na, hasta su expulsión en 1767. Sin temor a equívocos podemos suponer que fueron ellos quienes colocaron la cruz en reemplazo de algún dios pagano de los indios, catequizándolos y enseñándoles a prender velas como señal de la luz de Cristo.

Probablemente haya sido esa, la luz que Serrano decía ver.
La cruz del Señor de los Milagros de Mailín fue encontrada a fines del siglo XVII en el hueco de un enorme algarrobo por un anciano llamado Juan Serrano, capataz de José de la Cruz Herrera, propietario de los terrenos de Mailín por aquel entonces (en la actualidad pertenecen al Obispado).

Cuenta la historia que Serrano, alarmado por la aparición de luces en esa zona, concurrió con otros vecinos a investigar, fue allí cuando encontró la cruz. Dicen que pretendió trasladarla hasta su hogar, pero fue imposible moverla del sitio señalado.

Decidieron entonces levantar una pequeña capilla para rendirle culto. La noticia corrió velozmente y comenzaron a congregarse devotos, en incremento constante.

LA CRUZ

Es de madera dura, de 35 cm. de altura con un transversal de 23 cm., un ancho de 4 cm. y 0,5 cm. de espesor, con marco pintado de negro. El frente de la cruz tiene 33 cm. de altura y 21 cm. en la parte transversal.

La cruz original es venerada hasta el día de hoy en el Santuario de Mailín, en una preciosa urna plateada a fuego, elaborada en el año 1914.

En noviembre del año 1995, durante la visita «Ad limina apostolorum», el Obispo Diocesano Monseñor Gerardo Sueldo, entregó una réplica al Papa Juan Pablo II.

Periódico EL PROGRESO

1 comentario:

  1. PERDÓN, SEÑOR

    /Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad,
    perdón, Señor, enséñanos a perdonar./

    Por el pecado del mundo, Padre, ten piedad,
    por tanta desigualdad en la repartición del pan;
    y por nuestra indiferencia, Padre, ten piedad,
    ante el dolor de quien sufre sin amor, techo ni hogar.

    Por la sangre derramada, Padre, ten piedad,
    por tantos odios y guerras, competencia y falsedad;
    por los rencores guardados, Padre, ten piedad,
    por las crudas divisiones que destruyen la unidad.

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