La Pachamama es la más popular de las creencias mitológicas del ámbito incaico que aún sobrevive con fuerza en algunas regiones de nuestra provincia.
La evangelización no logra extirpar la presencia de la Pachamama (Madre Tierra) en la vida espiritual de las comunidades aborígenes, ni termina con las manifestaciones rituales campesinas con las que se la venera.
Pachamama es descrita como "es la Tierra en un sentido profundo, pero no el suelo o la tierra geológica, así como tampoco el cielo cristiano es el cielo cosmográfico. La Pachamama es todo, explica todo y si bien, repetimos, no está localizada, particularmente se la ubica singularmente en ciertos lugares naturales (ojos de agua -manantiales-, vertientes, cerros) o construidos (hoyos, apachetas, -especie de mojones, constituidos generalmente por pequeños montículos de piedras-). No obstante, se trata de una deidad, inmediata y cotidiana, que actúa directamente y por presencia y con la cual se dialoga permanentemente, ya sea pidiéndosele algo o disculpándose por alguna falta cometida.
fiesta con teatro
Un grupo de entusiastas cultores del teatro del taller La Conurbana concurrieron a esta ya tradicional fiesta que se ofrece en las instalaciones del Museo Histórico Provincial y reserva ecológica “Guillermo Enrique Hudson”.
El clima amenazador de la mañana del domingo no tuvo efecto sobre los entusiastas que conforman este elenco de los más jóvenes, destacándose las bellas jovencitas (Dana López, Aldana Slopi, Gabriela Oxalde, Angeles Sánchez, Shady Sánchez, y Florencia Belén) que compartieron su arte en la forma de un radioteatro muy interesante: “La historia de las mujeres” de Zulma Olivetta, quien propuso recordar en el día de la Pacha Mama, a las mujeres que brindaron su corazón a esta tierra y de las que poco hablan los libros de historia. Es así como en esta obra desfilan las esposas de personajes importantes, como Cornelio Saavedra y José de San Martín, la amante de Juan Manuel Belgrano, la diva italiana esposa de Marcelo T. de Alvear, una orgullosa Arocena Koslay, cacica sanluiseña. Cerrando estos relatos basados en cartas de las aludidas damas, una brillante interpretación de Eva Perón, (a cargo de Karen Galain), quien invoca a estas mujeres olvidadas a “mover los corazones de los argentinos” . La juventud y la alegría, bajo el sol, en medio de la naturaleza, culminó cuando toda la concurrencia se acercó a bailar los sones andinos y criollos de los grupos musicales invitados. Recordando a Nicolás Guillén, “no countrie, no high life, sino democráticamente” bajo el brillo del sol, sin reflectores cortando la oscuridad insondable de las disquerías, ni máquinas de humo, con los ritmos más autóctonos que pueda uno imaginarse un montón de gente festejando, compartiendo, celebrando sin fronteras la vida que nos otorga la Tierra
Varela al Día
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