NOS INVADE LA BASURA

Mientras se desarrolla en San Juan el Primer Congreso Internacional y Feria de Residuos Sólidos Urbanos, donde se anuncia la asistencia de especialistas internacionales en el manejo de la basura urbana, donde se anuncia la presencia del intendente Julio Pereyra como titular de la FAM, y donde se elaboran estrategias de trabajo, hay mesas de trabajo, visitas a plantas de tratamiento, y gestión de proyectos, en Florencio Varela es otra la realidad medio ambiental. Así, en el distrito se ven calles demasiado sucias, montículos de residuos y ramas, estructuras metálicas abandonadas de autos, mini basurales en todos los barrios, como por ejemplo ex Pepsi, San Juan, La Huella, La Carolina, etc. y hasta animales que comen entre la basura.

Ante ello, surgen diversos interrogantes sobre el por qué no se lleva efecto una adecuada tarea de limpieza, higiene, recolección de ramas, acarreo de montículos con desperdicios y basura o una efectiva recolección de la basura domiciliaria, que queda esparcida en arterias y veredas tras romper las bolsitas perros y gatos.
¿El servicio municipal concesionado no funciona bien?. Es lo más probable. ¿Los vehículos destinados para ello no alcanzan o cumplen deficientemente su tarea?, o ¿el quite de horas extras resintió el trabajo en el Corralón?. ¿Qué pasó con la planta de basura del distrito anunciada hace años?. No se quiere suponer que haya desidia, ni mala voluntad de los trabajadores, pero la cruel realidad nos muestra una ciudad, en casi todos sus barrios, abandonada con respecto a una adecuada limpieza, donde proliferan los mini basurales, los montículos de ramas y residuos. En esas barriadas, se ve que lo que reina allí es la mugre, el olvido, la falta de una adecuada limpieza en las calles.
Los distintos programas y planes elaborados, pomposamente anunciados, sobre el cuidado del ambiente parece que fallaron o nunca se ejecutaron con acierto por parte de la respectiva Secretaría. El reparto de bolsitas con diferentes colores para separar los residuos orgánicos e inorgánicos, parece, no tuvo aceptación. O no se hizo masivamente. Se cree que la conciencia ecológica le interesa a muy pocos. El resultado se ve en los barrios y en sus calles.
También existe un Voluntariado Juvenil, o Voluntariado Ambiental comunal, bien remunerado, cuyo accionar o gestión no se ve ni se comprueba en las calles. ¿Qué hacen esos jóvenes, sólo cobran, plantan algún arbolito?...
Es evidente que falta un plan propio en tal sentido en la ciudad o revisar, o mejorar lo que se está haciendo con respecto a la recolección y tratamiento de residuos, además del cuidado del medio ambiente.

La Colmena en Red