viernes, 15 de agosto de 2014

El virus que “encorva” puede dejar dolores musculares hasta 3 años

Alerta por el chikungunya En el país ya hay dos casos probables y otros dos sospechosos.
Es conocida como “la enfermedad que encorva”, porque hace retorcer a los afectados por los fuertes dolores en las muñecas, los dedos y las palmas de las manos y en los tobillos y las plantas de los pies. Es la fiebre chikungunya, la nueva infección que avanza en América desde diciembre pasado, y que cuatro argentinos habrían adquirido al ser picados por mosquitos en República Dominicana e importado en la Argentina. Los 4 afectados se recuperan bien.
Esta semana, se agregó la Argentina, según alertó el Ministerio de Salud de la Nación, con los 2 casos probables (una de las pruebas indicadas dieron positivas) que son personas que viven en Capital y Florencio Varela, en el Conurbano, y otros dos casos sospechosos, que presentaron los síntomas de la enfermedad y estuvieron en un país donde hay brote (hasta ayer no estaban los resultados de las pruebas).


“Si bien que la tasa de mortalidad del chikungunya es baja, hay que tener en cuenta que 1 de cada 5 afectados queda con secuelas en las articulaciones que pueden durar hasta tres años”, informó a Clarín Pilar Ramón-Pardo, asesora en manejo clínico de enfermedades infecciosas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Washington. Por eso, desde ese organismo regional se está recomendando que cada país se prepare para dos etapas del avance de la fiebre chikungunya: la primera es la importación de casos con el inicio de la circulación del virus dentro de las fronteras, y la segunda, la atención de las secuelas.

“Estamos preocupados y avisando a los países para se preparen. Se estimaba que la emergencia de la fiebre chikungunya se iba a producir en 2010, y se hicieron pautas de manejo de la enfermedad, con participación de especialistas del Instituto Maiztegui de la Argentina. El virus finalmente entró primero en el Caribe y ya provocó una explosión de casos en Dominica, Guadalupe, Haití, República Dominicana, Puerto Rico, entre otros países”, afirmó. En América del Sur, sólo se registraron casos autóctonos (se enfermaron por las picaduras de mosquitos en su lugar de residencia) en Venezuela. Pero se notificaron 21 casos importados en Perú, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Colombia.

Esta semana, se agregó la Argentina, según alertó el Ministerio de Salud de la Nación, con los 2 casos probables (una de las pruebas indicadas dieron positivas) que son personas que viven en Capital y Florencio Varela, en el Conurbano, y otros dos casos sospechosos, que presentaron los síntomas de la enfermedad y estuvieron en un país donde hay brote (hasta ayer no estaban los resultados de las pruebas). “Con el verano y los viajes al Caribe, es probable que haya más casos importados en Argentina”, estimó Antonio Montero, del Centro de Medicina Tropical de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario al ser consultado por Clarín. “El virus tiene una alta tasa de ataque y puede hacer colapsar a los hospitales”, agregó.

El virus fue detectado por primera vez en Tanzania en 1952. En la lengua africana makonde, chikungunya quiere decir “doblarse por el dolor”. A partir de 2004, se reportaron brotes en Africa, Australia y el sudeste asiático. En 2007, hubo un brote en Italia. Desde diciembre pasado, ya infectó a 570.000 personas en América, de las cuales 32 murieron. Para frenar su avance, se necesitan medidas comunitarias: eliminar recipientes con agua para que no se críen mosquitos como ocurre también con el dengue. A nivel individual, hay que usar repelentes y manga larga para no ser picados.

clarin.com

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