lunes, 7 de julio de 2014

PRECIOS CUIDADOS... CADA VEZ MAS DESCUIDADOS

(Nota de Tapa del periódico: El Progreso)
A pocos meses del relanzamiento del control de precios, rebautizado como «Precios Cuidados», hemos comprobado que, una vez más, no ha funcionado como se esperaba.

En un recorrido por los principales supermercados varelenses de las grandes cadenas que adhirieron al programa de control de precios, hemos podido comprobar ostensibles incumplimientos y cumplimientos parciales  por parte de éstas empresas. 


Los supermercados relevados en Florencio Varela, por este medio, no muestran variedad ni surtido en productos de «Precios Cuidados»; existen también publicidades engañosas que atrapan al cliente en su buena fe.-

Los super, hiper o express  figuran en el listado de supermercados adheridos al programa, sin embargo hemos comprobado, tras varias visitas, que no exhiben productos de Precios Cuidados, salvo, de vez en cuando, en el área lácteos y en productos que no son de un consumo masivo. 

En otros sí se priorizan, en cambio, las ofertas y promociones del tipo «compre 3 y lleve 1 gratis».  Precios Cuidados, si es que los tienen, no están muy a la vista y engañan al cliente con productos de marcas propias de ellos mismos.

En estos casos de marcas propias el relevamiento que hizo este periódico pudo comprobar que los envases entre la «primera marca» y la «marca propia» son de muy semejantes en textura, color y presentación…, pero difieren en el contenido.

Un dulce de leche, una mermelada, una salsa de tomate, etc. de «primera marca» trae un contenido de 250 grs. y la «marca propia» de 200 y hasta 180 grs.

Estas diferencias se hacen más notables en cuanto el contenido es mayor, llegándose a comprobar productos de «primera marca» que contienen 950 grs. y el de «marca propia» 700 grs. 

A la vista los envases son similares y engañan al consumidor por que la descripción del contenido está en letra muy pequeña.-

En algunos llamados express se ha observado un cumplimiento parcial.  Si bien se exhiben algunos productos de la lista de Precios Cuidados, el equipo de «El Progreso», ha observado que los productos exhibidos no son de primera marca. 

Solo se exhiben, con el logo de Precios Cuidados, productos de segunda marca.

Un cliente nos ha referido que los productos que llevan el logo del programa están, generalmente a punto de vencerse, por lo que sospecha que los supermercados aprovechan el programa de control de precios para mover stock o deshacerse de mercadería casi vencida.

Una clienta nos explicaba a la salida de un express de nuestra ciudad: «En lácteos y panes, tengo que tener mucho cuidado, siempre vengo a primera hora a comprar y las fechas de vencimientos están al límite, inclusive tienen el vencimiento el mismo día de la compra»

Otra consumidora se quejó por los lugares donde son exhibidos los productos de precios cuidados.  «No están muy a la vista, y si se los encuentra, se los encuentra medio escondidos», dijo, y agregó «debería haber un sector del supermercado dedicado exclusivamente a precios cuidados».

Un empleado de uno de los supermercados relevados dijo que no percibe mucho interés de parte de los consumidores en los Precios Cuidados.

«Son pocos los clientes interesados en Precios Cuidados, quien es consumidor de una yerba, por ejemplo, va a seguir consumiendo su yerba preferida aunque deba pagar más por ella», consideró.

¿QUE SUCEDE EN EL ALMACÉN DE BARRIO?

El programa de Precios Cuidados, al menos en Florencio Varela, es exclusivo para las cadenas de supermercados. 

Aún no se ha implementado un listado para almacenes barriales

Si algo ha modificado la conducta de los consumidores es el proceso inflacionario que hace que las visitas al almacén de barrio sean cada vez más frecuentes. 

En nuestro muestreo hemos podido comprobar una gran variedad de productos están más baratos en las almacenes de los barrios que en las grandes cadenas de supermercados; esto se debe que los pequeños comercios no tienen tantos gastos en personal, infraestructura, mantenimiento, gastos generales, etc.

«Tengo miedo ir al super porque, me ha pasado de comprar un artículo a un precio barato en la góndola y cuando llegué a casa en el ticket figuraba otro precio más caro…, me sentí estafada «, comentó una clienta de avanzada edad.-


Otro de los inconvenientes de ir a los super está expresado por otra consumidora: «A mí me queda lejos el super, algunas veces debo volver en remís, por las bolsas que traigo; para justificar el gasto compro en exceso y cosas de más…., cuando voy al almacén de la esquina compro lo justo y necesario y muchas veces encuentro productos más baratos que en el super»

Periódico "EL PROGRESO"

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