Tras la difusión de una conmovedora fotografía del chico brutalmente golpeado durante la madrugada del domingo en avenida Del Valle y Figueroa, fuentes policiales desmintieron denuncias que circularon en las redes sociales sobre un presunto desentendimiento de la fuerza por presuntos llamados reiterados sin respuesta oficial.
En la víspera apareció en Facebook una imagen del joven violentamente atacado por una patota, y la noticia generó repercusión pues se acusó desidia de los uniformados que habrían sido convocados por empleados de la estación de servicio.
De todos modos, efectivos de la Comisaría Tercera aseveraron que en los registros del 101, número de emergencias, no existe llamado telefónico alguno hasta las 7.30, realizado por una médica de la Guardia del Hospital Ramón Santamarina.
De esta manera, se descartaría la supuesta sucesión de alertas a la Policía en los momentos inmediatamente posteriores a la golpiza.
Lo cierto es que la víctima fue sometida a estudios de diagnóstico por imágenes, tomografías que afortunadamente no arrojaron resultados preocupantes en materia cerebral, por lo que pronto fue dado de alta.
El chico retornó a su ciudad de origen, el partido bonaerense de Florencio Varela, sin formular denuncia policial en tanto que tampoco se inició sumario alguno por el hecho.
Cabe recordar que el pibe apareció en el baño de una estación de servicio en Figueroa y Del Valle, salvajemente atacado por un grupo de violentos, desconociéndose las causas del embate.
El chico sufrió una fuerte golpiza y fue dejado en el lugar, muy golpeado.
Sus agresores, al menos 6 sujetos) escaparon del lugar sin prestarle ningún tipo de asistencia.
Los empleados de la estación de servicios y ocasionales testigos intentaron ayudarlo y lo primero a que atinaron, fue convocar a la policía, aunque según denunciaron en las redes sociales "los efectivos nunca se presentaron".
Algo parecido habría ocurrido con el llamado al hospital por una ambulancia para trasladar al joven, que sangraba profusamente, especialmente en el rostro.
"Tuvimos que llevarlo nosotros porque llamamos como cinco veces al hospital y tampoco vinieron. Si lo hubiesen apuñalado, se moría ahí", afirmó uno de los testigos del episodio.
Los vecinos de la zona de Avenida Del Valle, en el tramo comprendido entre Laprida y Lisandro de la Torre, aseguran que este tipo de hechos son comunes durante los fines de semana, pero en este caso, el enojo está más vinculado a la presunta falta de respuestas por parte de aquellos que deberían haber ayudado al joven golpeado.
lavozdetandil.com.ar
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