"VA A HABER UNA BALA PARA CADA UNO DE USTEDES SI JODEN"

Así comenzaron las amenazas de los individuos que llegaron alrededor de las 10 de la mañana de ayer a los activistas que concentraban en las puertas del Zoológico de Varela. La patrulla municipal se acercó argumentando y garantizando el derecho a la protesta pacífica y la seguridad de todxs. Horas más tarde, la misma patrulla que vigilaba la manifestación (testigo del carácter pacífico de la misma) sale arando y desaparece tras una esquina. Minutos después, los mismos individuos que venían amenazando de muerte a los activistas, salen del predio y sin mediar palabras se violentan físicamente contra los manifestantes. La patrulla municipal no volvió a aparecer hasta después de varios minutos y luego de que se inciara el conflicto. Pasaron delante de los agresores y al ver que la contienda seguía, pasaron de largo y estacionaron 2 o 3 cuadras más adelante sin hacerse presentes. LA PATRULLA MUNICIPAL NO VOLVIÓ A HACERSE PRESENTE EN NINGÚN MOMENTO y la policía provincial recién media hora después, cuando los ya agresores habían vuelto a entrar al predio con total impunidad y habiéndose escabullido por la puerta de atrás. Sin que nadie los viera. Así funciona el patoterismo y la mafia en Florencio Varela: Una patrulla municipal al servicio de los negociados del intendente Julio Pereyra y Claudio A. Quagliata, director del zoológico, garantizando la violencia de patotas y matones.
Es obsceno. Así el estado demuestra abiertamente como fomenta el encubrimiento de las empresas privadas y propaga el miedo entre los vecinos. La municipalidad de FLORENCIO VARELA ES LA MAFIA INSTITUCIONALIZADA, es la mafia estatal.Desde la Asamblea por la Liberación Animal queremos agradecer a todxs lxs activistas que por cuarta vez consecutiva se hicieron presentes en las puertas del zoo, a denunciar la explotación animal, la decadencia de los zoos como instituciones "educativas", (por el contrario, carcelarias y sin argumento alguno para validar su existencia) y los manejos oscuros de Quagliata ante el tráfico de animales, la muerte de Melisa Casco (la cuidadora fallecida hace 7 años dentro del predio) y los negociados con el municipio.

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