viernes, 25 de octubre de 2013

Peligrosas picadas en una plaza de Florencio Varela


Peligrosas picadas en una plaza de Florencio Varela

Utilizan el playóin, los senderos peatonales y las calles laterales para correr y hacer piruetas.Una nena de 4 años fue atropellada. Los vecinos reclaman presencia policial para evitar una tragedia. Peligrosas picadas en una plaza de Florencio Varela Las hermosas instalaciones de la Plaza Mailín, de Florencio Varela, no pueden ser utilizadas por los vecinos a raíz de una peligrosa moda que crece entre jóvenes y adolescentes, quienes utilizan motos preparadas para correr picadas y hacer arriesgadas piruetas, tanto en calles laterales como así también en el playón y los senderos peatonales de ese espacio público, donde reclaman más presencia policial para controlar la situación.
Esa irresponsable tendencia ya tuvo consecuencias nefastas. Una nena de 4 años fue atropellada por un motociclista en la calle Carlos Tejedor al 1800. Según explicaron, la menor cruzó para seguir los pasos de su madre y el rodado la arrolló, aunque afortunadamente sólo sufrió heridas leves. "Es tremendo, tenés que andar esquivando las motos. No podemos caminar tranquilos, ni siquiera en la plaza", aseguró -en diálogo con El Quilmeño- Florencia Rotella, una jubilada que vive frente a la plaza y lleva a diario a sus nietos "temprano, cuando no hay movimiento". Como esta vecina, cientos de habitantes de los barrios Santo Tomás y Villa del Plata quieren utilizar el espacio verde -ubicado en Beruti y Carlos Casares- pero se ven perjudicados por los desaprensivos motoqueros. Emmanuel, un adolescente que a menudo pasa sus ratos libres en la Plaza Mailín, dio detalles de lo que pasa allí. "Los domingos es el día que más motos se juntan en el playón, pero el resto de la semana también. Caen cerca de las cuatro (de la tarde) y se quedan hasta la noche", describió el joven y, a la vez, agregó que "hacen piruetas, círculos y otras maniobras a gran velocidad", todo a metros de los lugares en los que juegan los niños. Asimismo, Emmanuel contó que la plaza "se convirtió en el lugar de encuentro de las motos 'pisteras', porque en toda la zona no hay lomos de burro y pueden correr picadas". A las manos En más de una oportunidad, los padres que llevan a sus hijos a jugar a la plaza casi se agarran a las piñas con los motoqueros, pero no pasó más de los insultos. "El peligro es constante, cruzan la plaza de lado a lado 'a mil por hora', por los senderos que son para caminar o, a lo sumo, andar en bicicleta", enfatizó Yamila Maciel, una joven madre que, al igual que el resto de vecinos, pidió que la zona sea controlada las 24 horas con un móvil policial que garantice el orden y control.

Diario Popular

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