En el GBA, la derrota puso en jaque el futuro de caudillos kirchneristas

Tras el triunfo del domingo, varios intendentes K del conurbano –incluso históricos– tal vez empiecen a transitar la etapa más complicada al frente de sus municipios. Algunos llegaron con el auge duhaldista en la Provincia, otros en cambio mantienen su poder desde la época menemista, y los más nuevos surgieron de la mano del kirchnerismo. Son ocho los jefes comunales que con la contundencia del triunfo massista quedaron en jaque de cara al 2015: Julio Pereyra (Florencio Varela), Darío Díaz Pérez (Lanús), Francisco Gutiérrez (Quilmes), Hugo Curto (Tres de Febrero), Lucas Ghi (Morón), Mariano West (Moreno), Carlos Urquiaga (José C. Paz) y Alberto Descalzo (Ituzaingó).
Si bien dos años parece tiempo suficiente para reacomodar la tropa, en el horizonte se vislumbran concejos ríspidos y divididos, donde el massismo se planta con un rol más desafiante que otras oposiciones de entrecasa. En casos, además, deberán enfrentar el desgaste inevitable de muchos años en el poder. En Florencio Varela, uno de los intendentes kirchneristas de la primera hora, Julio Pereyra, el domingo conoció por primera vez la derrota en una elección en los 21 años que lleva al frente de esa Comuna. Si bien la lista de Insaurralde allí ganó claramente, la derrota del jefe comunal era previsible, tal como él mismo venía insinuando. Tras el resultado de las PASO, cuando el candidato del massismo le dio el primer aviso y se le acercó a sólo cinco puntos, desde el espacio de Pereyra empezaron a mostrar preocupación por una lista colectora de Nuevo Encuentro, el partido de Martín Sabbatella, que iba “colgada” de Insaurralde y “le restaba votos kirchneristas”. Y así fue nomás: el 46,6% que consiguió el lomense se componen del 32,9% de la lista oficial local y de 14,6% de esa colectora. El candidato de Massa, por otra parte, llegó al 36,2% de los votos, ganó la elección en Varela y mete seis concejales. Algo similar ocurrió con otro incondicional K, Francisco “Barba” Gutiérrez en Quilmes (está desde 2007). El ex titular de la UOM, que iba como candidato testimonial, dividió votos con una boleta del delfín de Aníbal Fernández y otra lista K, y sólo llegó al 21,6%. Le ganó claramente (con el 29,6%) el periodista Walter Queijeiro, del massismo. Alberto Descalzo, el único intendente que tuvo Ituzaingó desde su creación en 1995, también cayó con el candidato massista. Debió lidiar con otra colectora de Sabbatella, pero aunque hubiera sumado ese 10,9%, su pobre elección (24,4%) lo dejó muy por debajo del 40,8% que consiguió el Frente Renovador. El intendente ya había perdido en 2009 con el candidato de De Narváez, y luego logró sobreponerse. Habrá que ver si logra revertir otra vez en 2015, cuando llegue a los 20 años en el poder. A pesar de que está en el FPV desde el arranque, en 2003, fue muy crítico hacia Olivos antes de la elección por tener que competir con otra lista K. La oleada massista en la Primera sección electoral también golpeó fuerte a Hugo Curto en Tres de Febrero. Lleva 22 años en la intendencia y había puesto a su esposa como cabeza de lista. Pero su derrota fue muy amplia tanto en agosto como en esta segunda vuelta: Massa le ganó allí por más de 20 puntos a Insaurralde y el candidato local del massismo venció al oficialismo con holgura (46,5% a 28,3%). El hombre que sucedió a Sabbatella en Morón, Lucas Ghi (lo reemplazó en 2009), tendrá una segunda etapa de mandato complicada: el peronismo volvió a hacerse fuerte con el Frente Renovador y logró meterle varios concejales. La lista que encabezaba el hermano de Sabbatella y el hermano de Ghi apenas llegó al 30% y realizó la peor elección desde 2001 de Nuevo Encuentro, que además le sumó muy poco a Insaurralde (27,5%). Mariano West (Moreno), Darío Díaz Pérez (Lanús) y Carlos Urquiaga (José C. Paz) perdieron nítidamente en agosto y el domingo. Ya acarrean gestiones golpeadas a pesar de su cercanía incondicional con el Gobierno nacional. Lanús es uno de los distritos que el massismo ve con más posibilidades de coronar próximamente. En José C. Paz el intendente viene de una pelea con el líder político local, Mario Ishii, y West llegaba con un Concejo “flaco” que necesitaba reforzar imperiosamente. No pudo y encima creció la oposición.

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